viernes, 19 de agosto de 2011

Que lindo seria...

Realmente no sé porque, pero últimamente no dejo de pensar en cómo y con quien me gustaría estar en mis años de vejez. Al leer la historia que les dejare al final creo que se darán cuenta que llegar a una avanzada edad junto a la persona amada en un gran privilegio.
     Qué lindo seria llegar a la vejes con tu pareja de la juventud, con quien viviste aventuras, travesuras, viajes, estudios, proyectos, fiestas, escapadas, sexo tierno, salvaje, espontáneo etc. Pareja con la cual creciste tanto intelectualmente, como profesionalmente y por supuesto económicamente, persona con la cual superaste problemas y dificultades, enfermedades, perdidas familiares y de personas queridas, en fin alguien con quien hayas vivido tanto los momentos más importantes, agradables y determinantes de tu vida como los más amargos y dolorosos. Poder recordar todos esos momentos al atardecer frente al mar, en la montaña o en cualquier lugar cuarenta años después junta a esa persona tomados de la mano seria uno de los momento más mágicos en la vida de cualquier persona.
Verdaderamente creo que sería genial  construir una vida y una familia con una persona que trabaje, luche, se supere, madure, se sacrifique y viva tanto lo bueno como lo malo junto a ti. Que al final puedan contar historias juntas en las cuales sean protagonistas, que con solo mirarse sepan y revivan esos momentos y los cuenten a hijos y nietos.
Sé que la vida nos lleva a estar con distintas parejas y en ocasiones, es mucho tiempo después de estar juntos que descubrimos que no es la persona con quien queremos y podemos estar o como decimos, la pareja para nosotros y ahora que aun estoy joven me hago las siguientes preguntas:    
¿ Estoy perdiendo a esa persona ? . ¿Puedo recuperarla?
¿Estaré con esa persona algún día?
¿Lo estuve y la perdí? .  La deje ir?
 Pero también sé que estas preguntas no tienes respuesta hoy en día. Sino dentro de quizás veinte (20), treinta (30) o  cuarenta (40) años mas tarde y aun así es algo que no deja de inquietarme.

Hoy apenas inicio a forjar el futuro de mi vida y realmente quiero hacerlo bien y hacerlo junto a la persona que esté tan dispuesta como yo a darlo todo por un mejor futuro juntos y que sepa superar y vencer todas las tentaciones, obstáculos  y cualquier cosa que atente contra el y contra nosotros.
En este año en donde debo tomar decisiones y acciones que realmente impactaran  en mi vida, tanto a nivel intelectual como profesional y más aun en mi vida personal y sentimental realmente me pregunto: ¿Estoy tomando las decisiones correctas? . ¿Estoy en capacidad de tomar las mejores decisiones? Realmente nunca he entendido como alguien tan seguro como yo tiene tantas dudas e inseguridades en su cabeza sobre tantas cosas hoy en día. Pero lo que sí sé, es que quiero solo lo mejor tanto para mí como para las personas que quiero, aunque la persona que más quiero no me quiere igual a mi.
Bienaventurados aquellos que hoy en día están juntos a sus parejas y han vivido y superado todo lo que he escrito anteriormente y los que están en el camino a hacerlo y espero que la siguiente historia coincida en algo con alguno de ustedes.

Ing. Julio Manuel Contreras Félix



CUARENTA AÑOS DESPUÉS...... MI DULCE AMOR

Que rico hueles, mi vida! .... Que perfumada, mi amor!
Cuando era recién casada, fueron frases de rigor.
Después del baño el olía a Yardley o que se yo,
mientras yo me perfumaba con frascos de Cristian Dior.

Mas, ahora, que diferencia!
El huele a unturas y yo huelo a pomada del Tigre que me pongo al por mayor,
el me ayuda a friccionarme... más abajo por favor!
Y luego entro yo a sobarle, corvas, codos y esternón.

Que distintos camisones... y las pijamas, qué horror!
Ahora ya son de franela porque estas si dan calor.
A él, sus zapatos de estambre mi nieta se los tejió,
porque los pies se le enfrían y le duele el corazón.

Antiguamente lucían, encima de mi buro,
una rosa, un retrato, un perfume y un reloj.
Ahora, un frasco de aspirina, el ungüento de rigor
unas vendas, mis anteojos,
la jeringa, la ampolleta, el algodón y el alcohol.

Y, en su buro amontonados, para que quepan mejor,
el vaso para sus puentes, el frasco con la fricción,
un libro abierto, sus lentes, jarabe para la tos,
el agua para la aspirina por si nos viene el dolor.

Como han cambiado los tiempos de cuando él me conoció ...!!!

Sin embargo, recordamos "Lo que el viento se llevo"
saboreando lo que fuimos y viviendo nuestro hoy.
En las mañanas sin prisa, siempre la misma canción:
- Como dormiste mi cielo? .... un dolor me despertó.
- Y que te duele mi vida? ... Hoy tengo un nuevo dolor.
Y por las noches, acaso, recordando algo mejor, oliendo a Salicilato, a pomadas y anfricción,
repetimos lo de siempre, lo mismo de ayer y hoy:
- Ojala duermas, mi vida. Ojala duermas, mi amor.
Rezamos un Padre Nuestro y le damos gracias a Dios!

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