viernes, 11 de enero de 2013

Nuevo año, nuevo tumor, nuevo reto.


Ayer 10 de enero del 2013 realmente paso algo que me sorprendió y fue lo siguiente. Tres hombres, pastores de tres iglesias distintas vinieron a mi casa a rezar y pedirle a Dios por mi salud, lo que me sorprende es que estos tres hombres no me conocen, ni saben quién soy y vinieron a pedir de todo corazón por mí, apenas uno me ha visto lavando el auto en la marquesina  y al enterarse de mi condición este pidió a Dios, justamente ayer día de su cumpleaños, que su regalo de cumpleaños fuera  o sea mi sanación y como muchos de ustedes saben creo mucho en el poder de la mente y la fe y más cuando es de personas que ni siquiera te conocen cuando es realmente de corazón que se desea. No hay mejor bien, que el que se hace sin mirar a quien.
Quiero aprovechar primero para dar gracias a todos y todas por su apoyo y buenos deseos, realmente no dejo de sorprenderme de cuanta gente me quiere y me apoya, desde amigos, amigas, familiares, compañeros de trabajo, personas de la universidad y de todo el mundo que me desean lo mejor y realmente es lindo ver que personas que no me conocen me desean y hacen cosas lindas por mí.
En posts pasados y correos electrónicos que he escrito, recuerdo uno en el cual trate de manifestar lo afortunado que he sido y sigo siendo, ya que aun con la enfermedad que me aqueja y la condición en la cual me encuentro hoy, disfruto del amor de muchas personas y he podido vivir y hacer cosas que realmente me llenan de orgullo satisfacción y alegría. He tenido tiempos de plena alegría y de plena tristeza, me he enamorado y he podido estar junto a esa persona en innumerables momentos, así como también conozco el desamor y la traición a mi corta edad me ha pasado y he vivido de todo y le doy gracias al universo y a Dios por permitirme haber llegado donde estoy y a todos los que me han ayudado en mi vida y a los que no también. Este 2013 inicio para mí con el descubrimiento de un nuevo tumor, ahora veremos que se puede hacer con este nuevo reto.
Al parecer toda mi vida será una constante lucha tanto por sobrevivir como por vivir, ya sea que acabe ahora a mis 33 años o cuando el universo lo decida.
A pesar de todo sigo siendo un hombre muy, pero muy afortunado gracias a todos y cada uno de ustedes y a Dios y el universo.  

Julio Manuel Contreras Felix