Perdonar
es algo que realmente nos hace bien, tanto espiritual como sentimentalmente y personalmente;
ya que si realmente perdonamos sacamos de nuestra mente, cuerpo y alma un sentimiento
de ira, angustia y rencor que nos produce solamente malos sentimientos y sensaciones
y nos hace peores personas. Aunque se dice que el perdón es divino, recuerden que
todos tenemos algo divino.
Como
escribió Fito Paez en su cación ¨ Al lado
del camino¨ ´´No olvides que el perdón
es lo divino y rara vez suele ser humano´´
Perdón
proviene de la palabra perdonar, que a su vez proviene de los vocablos latinos
per + donāre (dar, regalar).
La
preposición per significa, según los casos por, con, pasar (por
algo), por medio de, en cuenta de, a, a causa de, pasar por (encima, sobre de),
en presencia de, durante, en el curso de, muy, excesivamente, total,
completamente.[
El
perdón consiste en esencia en que el perdonante, que estima haber sufrido una
ofensa, decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente, no sentir
resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra
el mismo, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar un justo castigo
restitución, y optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo
que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden
afectadas. El perdonante no "hace justicia" con su concesión del
perdón, sino que renuncia a la justicia al renunciar a la venganza, o al justo
castigo o compensación, en aras de intereses superiores.
El
perdón no debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Quien la olvida
no perdona, pues no adopta una decisión de perdonar. Tampoco perdona quien no
se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa. Tampoco
perdona quien deja de sentirse ofendido tras las explicaciones del presunto
ofensor que hacen ver la inexistencia originaria de ofensa alguna.
Quien
pide perdón ha de reconocer ante si mismo su propio error y culpa, vencer su
orgullo y humillarse ante el ofendido, solicitándole la gracia del perdón (lo
que puede afectar a la autoestima), y arriesgarse a haber reconocido la culpa o
responsabilidad para eventualmente no recibir el perdón solicitado. Ahora bien,
aunque el ofendido es teóricamente libre de perdonar o no, se espera que
aumenten para el ofensor las posibilidades de ser perdonado:
Ø
Cuando
el ofensor explicita su pesar o arrepentimiento.
Ø
Cuando
ha solicitado el perdón, sobre todo si se lo hace públicamente.
Ø Cuanto más importante
sea su relación con el ofensor.
Perdonemos y traemos de no hacer cosas que alguien nos tenga que perdonar y les aseguro que sus vidas serán más felices.
Y si tienen que pedir perdón a alguien háganlo y verán cómo se sentirán.
Ing. Julio Manuel Contreras Félix
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